Palacio Ducal, Museo Correr y Basílica de San Marcos

Descubre Venecia a través de tres joyas únicas: el esplendor gótico del Palacio Ducal, la historia del Museo Correr y los mosaicos dorados de la Basílica de San Marcos. ¡Una experiencia inolvidable!
El Palacio Ducal, el Museo Correr y la Basílica de San Marcos forman el corazón monumental de Venecia y cada uno, a su manera, cuenta la historia milenaria de la Serenísima.

El Palacio Ducal, antigua sede del dux y del gobierno, es uno de los ejemplos más extraordinarios de la arquitectura gótica veneciana. Sus elegantes fachadas, que dan a la plaza y a la laguna, esconden salas solemnes, ricamente decoradas por artistas como Tintoretto, Veronese y Tiziano. Aquí se administraba la justicia, se decidían las políticas y se recibía a los embajadores. El famoso Puente de los Suspiros conducía a las prisiones, testimonio de la doble cara del poder: esplendor y severidad.

Enfrente, en las Procuratie Nuove, se encuentra el Museo Correr, creado gracias a una generosa donación del erudito Teodoro Correr. Sus salas narran la vida, la cultura y el arte de la ciudad a través de pinturas, mapas, muebles y objetos preciosos. Aquí, los visitantes pueden admirar obras de maestros como Vittore Carpaccio y Antonio Canova, mientras descubren las salas neoclásicas y los aposentos reales que acogieron a Napoleón y a los Habsburgo.

Dominando la plaza se encuentra la basílica de San Marcos, antigua capilla ducal y ahora catedral, construida en el siglo XI según modelos bizantinos. Con su planta en cruz griega y sus altísimas cúpulas, su interior ofrece un deslumbrante despliegue de mosaicos dorados que representan episodios bíblicos y la vida del santo patrón. En el exterior, la fachada, rica en mármol policromado y estatuas, presenta a los visitantes el tesoro más preciado: la Pala d'Oro, una obra maestra de la orfebrería medieval, mientras que el museo de la basílica alberga los Caballos de San Marcos originales, antiguos símbolos de gloria y poder.

Para garantizar la disponibilidad de la reserva lo antes posible. Vale la pena reservar con antelación, especialmente si planeas el viaje durante la temporada alta, como los días festivos o los fines de semana.

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