Coria: Entrada Catedral de CoriaEntrada con audioguía

Explora la catedral que alberga una reliquia cristiana muy especial, un mantel que data del siglo I, la Última Cena y la primera Santa Misa.
La Catedral de Coria está dedicada a la Asunción y comparte el honor de ser el lugar de culto más importante de la diócesis de Coria-Cáceres con la Concatedral Santa María de Cáceres. La Catedral de la Asunción de Coria es un edificio erigido entre los siglos XV y XVIII que sustituyó a una iglesia anterior; de esta estructura anterior sólo se conserva el claustro del siglo XV con sus vanos de arco apuntado, en cuyas jambas se veían vigas formadas por columnillas. Sin embargo, la iglesia actual es un magnífico templo que aúna el gótico tardío y el Renacimiento con toques barrocos.

La construcción del lugar de culto que vemos hoy comenzó en 1496 bajo el obispo Pedro Ximénez de Préxamo. Comenzó siendo una iglesia de una gran y solitaria nave cubierta con bóvedas de crucería estrellada, tan típicas de la arquitectura gótica decadente del siglo XVI. La Catedral de Coria tiene dos umbrales. El del muro norte es gótico tardío con arquivoltas apuntadas flanqueadas por pináculos góticos flamígeros y es obra de Martín de Solórzano.

La puerta meridional (Puerta del Perdón) es plateresca. Tiene dos entradas con un arco carpanel enmarcado por columnas renacentistas y, sobre éste, hay varios frontones triangulares con representaciones en relieve de la Anunciación y el Nacimiento, la Adoración de los Pastores, la Epifanía, San Pedro y San Pablo, etc. Sobre la puerta se alza una gran ventana de arco apuntado con estructura y decoración típicamente renacentistas. El autor de esta fachada fue Pedro de Ybarra.

Destaca el retablo mayor -construido en el siglo XVIII con tallas de Alejandro Carnicero- y los sepulcros episcopales de Jiménez de Préxamo. El coro destaca por su sillería mudéjar de nogal construida en los siglos XV y XVI y cerrada con una verja proto-renacentista del siglo XVI. También son significativas la reja de la capilla mayor (s. XVI y XVIII) y los retablos de las Reliquias (s. XVIII) y de San Pedro de Alcántara (s. XVII).

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